QUIÉNES SOMOS

Can Jeroni siempre ha sido la historia de una cocina y la historia de cinco mujeres.

La primera mujer era Magdalena, la madre de Jeroni; ambos regentaban un pequeño local donde se hacía de todo: vendían arengades (sardinas en salazón), porrones de vino, legumbres y mercería. Magdalena era la encargada de cocer las legumbres y venderlas.

Jeroni no tuvo descendencia y ahijó a su primo lejano Pere, casado con Maria, de Llers. Así se daba continuidad al negocio.

La segunda mujer y la tercera mujer fueron Maria e Isabel (la padrina), su hermana. Ambas tomaron las tiendas de la cocina y el negocio empezó a centrarse en la restauración. A ellas les debemos algunos de nuestros platos catalanes más conocidos en Can Jeroni: la pota i tripa, la ternera con setas, la sepia con guisantes y el bacalao con pimiento y tomate.

De Maria y Pere nació Joan (mi padre), que se casó con Caty (mi madre), de Peralada. 

La cuarta mujer cocinera es mi madre, Caty. La anterior generación de mujeres le iniciaron en nuestra cocina casera con grandes resultados. Caty y Joan continuaron al frente de Can Jeroni, cambiando el estilo e introduciendo innovaciones, pero manteniendo la esencia de la cocina catalana y de L’Empordà que siempre nos ha caracterizado.

Yo soy Roser, la quinta mujer cocinera de Can Jeroni. Yo y mi madre dirigimos la cocina del restaurante y nos encargamos de mantener viva la tradición de la cocina catalana, los desayunos de tenedor y la cocina de mercado y proximidad en Figueres.

Con nuestro equipo de trabajo y nuestros clientes hemos formado una pequeña familia. La historia de Can Jeroni es nuestra historia conjunta, desde hace más de cien años, siempre cerca de los fogones y siempre con la cocina catalana como referente.

Hoy en día, mi madre y yo continuamos con la saga de cocina de las mujeres.